Inicio Lanzamientos Dream Theater – Parasomnia (2025)

Dream Theater – Parasomnia (2025)

78
0

Con el lanzamiento de «Parasomnia» en este mes de febrero se produjo uno de los momentos más esperados por los fans de Dream Theater: el retorno de Mike Portnoy. Quince años de agónica espera transcurrieron entre el anterior trabajo de Portnoy en la banda, «Black Clouds & Silver Lines» del verano del 2009, y esta nueva entrega. Las expectativas eran muy altas y posiblemente el resultado sea todavía mayor del esperado.

 
Mike Mangini fue quien de suplir con elegancia y caballerosidad la marcha de Portnoy e incluso insuflar un nivel más de virtuosismo a las composiciones. Su estadía fue impoluta, pero sí es cierto que se sintió un leve vacío en cuanto a musicalidad, feeling y esa carismática creatividad que tiene Portnoy en su ADN. Y es que a nivel compositivo Mike fue clave, podría considerarse el alma de la banda, por eso insistimos en que las expectativas eran muy altas. Por ello su vuelta podría convertirse en un arma de doble filo para Dream Theater.
 
En cuanto a sus protagonistas, en «Parasomnia» tenemos de nuevo a la formación clásica. De esta forma junto a los miembros fundaciones John Petrucci (guitarra) y John Myung (bajo) tenemos a James Labrie a las voces, Jordan Rudess a las teclas y finalmente Mike Portnoy en todo el aparato percusionista. El quinteto que todo fan promedio del prog conoce o debería conocer al dedillo.
 
De primeras tanto el aspecto visual como el concepto que se esconde tras «Parasomnia», en el que se narran distintas experiencias provocadas por trastornos disruptivos del sueño, marcan claramente la enorme ambición de la obra. Pero ¿Y su música? Su música es una continuación y evolución del ya mencionado «Black Cloud & Silver Lines» con atmósferas oscuras, instrumentaciones directas, virtuosismo y complejidades al servicio de la canción y, a pesar de lo descrito, mucho gancho en los estribillos y melodías de Labrie.
«Parasomnia» inicia con un contagioso áurea de misterio con la instrumental «In the Arms of Morpheus». Un epílogo idóneo, la puerta de entrada y la antesala a un viaje onírico del que nunca desearás despertar. Echadas las cartas boca arriba los neoyorquinos salen con un as bajo la manga llamado «Night Terror», uno de los singles y una pieza que gana con las escuchas. Las secciones instrumentales reflejan fielmente el desarrollo lírico. Angustia, miedo y terror nocturno.
 
«A Broken Man», el segundo de los adelantos, combina pasajes veloces y thrashers con partes más clásicas dentro de sus coordenadas más habituales. El quinteto muestra sus dotes de brillante nivel y su química inconfundible década y media después, en donde Portnoy se atreve con algunos coros. La personalidad y esa esencia que tanto demandábamos está de nuevo en casa. 
 
Continúan con «Dead Sleep», con una melodía inicial que se irá repitiendo varias veces entre distintos temas a lo largo del álbum. Juegos mentales marca de la casa. Aquí el punch de la parte rítmica te hace conectar y agarrarte a su música a lo largo de sus 11 minutos de duración. En el ecuador tenemos «Midnight Messiah» dejando a todas luces entrever que los tres singles ganan cohesión y sentido en su conjunto. Salen reforzadas y fortalecidas en la obra colectiva.
A través de la breve «Are We Dreaming?» nos dan un respiro para dirigirnos al momento culmen de toda la obra, al menos para quien humildemente escribe estas líneas. Y es que el tema en cuestión, «Bend the Clock», alcanza una perfección y un feeling que echando la vista atrás hacía mucho que no nos llevaba a esos niveles, comparable quizás al «Breaking All Illusions» del «Dramatic Turn of Events»
 
Labrie coge sus alas para echar a volar como un ángel, como en sus mejores momentos, Petrucci rebosa expresividad y sentimiento con la ayuda de su guitarra y el resto de miembros acompañan en una obra que sin exagerar se convertirá en una de las joyas no solo de su etapa más reciente sino de todo su catálogo discográfico.
 
 Como viene siendo habitual en Dream Theater reservan su último baile para una danza de extenso minutaje repleto de desarrollos y progresiones. Así, «The Shadow Man Incident» con sus casi 20 minutos esgrimen una mini obra de grandes ambiciones. Una especie de recopilación, de matrioska musical, en donde se van abriendo y cerrando puertas en un compendio de ideas solamente alcanzable por este quinteto de extraterrestres. 
 
Tras casi cuatro décadas de carrera Dream Theater acaban de sellar su enésimo sobresaliente de entre sus 16 álbumes de estudio. Siendo honestos, lejos quedan los innovadores tiempos de los «Images & Words», «Scenes from a Memory» o «Awake» pero si algo no abandonaron jamás es su enconado y testarudo afán de sentar las bases, renovar y revitalizar el metal prog. Su trono dentro del género lo tienen más que ganado.
 
 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí