La Semana Santa nos dió la oportunidad de escapar de procesiones y tradiciones banales gracias a oscuras ceremonias musicales como la organizada en el Pub Transylvania de Vigo. Una jornada húmeda y sombría en la que tuvimos a Unäthousand, Ancient Settlers y Æolian como protagonistas.
La noche se tiñó gris no solo en los cielos torrenciales sino también en el ambiente sonoro, destilándose death desde coordenadas diversas y para públicos de distintos gustos musicales. Una oferta variada y entretenida. ¡Allá vamos!
Abriendo la lata y ante un público que todavía estaba cogiendo posiciones, los vigueses Unäthousand serían los encargados de poner sobre la mesa el espacio destinado al death metal melódico. Sus influencias beben directamente de bandas como The Halo Effect, Dark Tranquility y At the Gates, es decir, pura escuela sueca de Gotemburgo.
Junto a Juan Fernández, con un imponente bajo de seis cuerdas y encargado del apartado vocal, se encontraban Fran Álvarez a la guitarra, — vaya discazo te sacaste con Mano de Piedra, por cierto — Marcos Díaz a las baquetas y David Aldea debutando como sustituto temporal. Su repertorio estuvo integrado por su reciente álbum debut, «Wrath and Death On Earth», lanzado en febrero del 2024.
Guitarras cruzadas, rítmicas poderosas y el característico gutural plano y melódico factoría Mikael Stanne son las señas de identidad de Unäthousand, quienes pagaron en parte las penalizaciones de abrir la noche. Sonido un pelín embotellado y sin el suficiente peso que requiere la propuesta. En lo musical, iniciaron con «Believe In You» insistiendo en «As I Can» y «She Did not Arrive» con las guitarras melodiosos y los elaborados arreglos.
En el ecuador, «But Power» trajo uno de los momentos más destacables de su actuación: desarrollos guitarreros, tapping y solos de gran factoría ataviados en una sola composición. También tuvimos ocasión para una curiosa sorpresa con la versión adaptada de «Midnight City» de M83. «Come With Me» que aúna apasionadas guitarras y una gran base de batería y la opulenta y moderna «The End Begins» dieron por finiquitada una actuación que tristemente hubiese dado más de si con un sonido más compacto y nítido. Problemillas externos a la banda. Con todo, gran show.
Los vasco-venezolanos Ancient Settlers vinieron dispuestos a ofrecer otra propuesta death metalera, también melódica pero algo más cruda y elaborada que la de sus predecesores. Además contaban con nueva vocalista, Noelia Fernández, quien nos enamoró con un chorro de voz poderoso y versátil. Un portento que ofrece, sin duda, uno de los mejores activos de la banda.
Aunque el sonido fue más intenso y poderoso que en el caso de Unäthousand, la sensación de embotellamiento se hizo aquí quizás más apreciable. No obstante no fue impedimento para apreciar una oferta musical rica en estructuras y arreglos, al estilo Arch Enemy. La primera mitad de su función estuvo marcada por la presentación de «Oblivion’s Legacy», su último trabajo hasta la fecha y que dió mucho de que hablar en la escena extrema nacional.
Entre los seleccionados destacamos «Subversive» y «Oblivion’s Legacy» combinando voces limpias y vigorosos guturales y fusionando espacios rápidos y contundentes con pasajes más lentos y agradables. «Wounded Heart», en la misma línea, marca todavía más las cualidades estilísticas de Ancient Settlers. Líneas vocales melódicas, incluso coreables, y riffs made in Sweden.
En la segunda mitad del repertorio repasaron el resto de su discografía con cortes como «Die Around Me», directo al cuello y oscuro, o «New World Order», en donde se animaron con un pogo con el publico, dejando el plato fuerte, «Into the Depths I Ride», para el final. Altas velocidades, estribillos pegadizos y cruce de desarrollos lentos y elaborados para construir un tema de alto nivel compositivo. En cuanto a Ancient Settlers, veremos como evoluciona en el futuro con la presencia de Noelia Fernández. ¡Quedamos expectantes!
Para cerrar la noche con una ropuesta tan sombría como melódica Æolian sorprendían a los asistentes con su melodic blackened death de alta cilindrada. Un largo empaquetado de etiquetas que no hace más que remarcar el eclecticismo de los mallorquines, visible desde el comienzo con «Hominis Oscura» que con sus pasajes black folk de guitarra recordaban a los Opeth primigenios. Riffeadas perniciosas y domesticados growls como los mostrados en el tema «Dreams of Reality» tampoco dejarob de recornar a los Children of Bodom.
Son tantas y variadas las sonoridades de Æolian que se produjo un interesante y casi que acalorado debate entre colegas sobre sus influencias. Entre todas se citaron a Dark Funeral, Dimmu Borgir, Immortal e incluso Primordial evidenciando la tremenda riqueza estilística. Sea como fuere la esencia propia pasa por encima de todo este tinglado de influencias. Con una base rítmica demoledora y vertiginosa y una crudeza vocal puramente black nos quitaron el hipo con «Bleeding Garbage».
En otra dirección en cuanto a las voces tiraron de versatilidad con «Blackout», combinando registros power épicos y oscuros growls. Las guitarras se hicieron grandes y dominadoras entre trémolos y riffs grooveros. En el último tramo de su show y abusando de eclecticismo, se sacaron de la chistera recursos folk y viking en «Like a Blackened Sun». Una pieza de enorme riqueza compositiva que asaltó nuestro amor a estas frecuencias lúgubres y putrefactas.
En terrenos más melódicos y no tan blackened dieron su adiós a Vigo con «Ghosts Anthem», carta de despedida en la que echamos en falta el uso de teclados. Cuenta pendiente. Con todo, hay que ver el buen gusto musical que tienen estos chicos, dejando el listón bien alto y contentando a la exigente bancada black de la sala. Punto y final a esta gélida y densa fiesta cuyo paganismo musical nos protegió de los males de la Semana Santa.
