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Autumn Alive Fest 2024 (día 2)

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Este pasado sábado 26 de octubre continuamos con el segundo round del Autumn Alive Festival con Sulf-AtäR, Godark, Elizabeltz y Totengott. Bandas dispuestas a oscurecer y llenar de tenebrosa lujuria musical la noche en la Sala Rebullón.

Cubiertos por túnicas y custodiados por ramas de laurel Sulf-AtäR salpicaron nuestra psique con su habitual ritual de agro metal extremo. Su performance refleja la cultura agraria y tradicional de la Galicia profunda ambientada con unas letras llenas de odio a través de un blackened death infrahumano. No podrás escapar de sus terribles y viscerales gritos de rabia.

En cuanto a su setlist tocaron «Vermisdemos»«Vas Cair» más un buen puñado de temas todavía no registrados en plataformas digitales. Y es que su EP «Aurora Tenebris» lanzado en el 2018 es de lo poco a lo que tenemos acceso de los gallegos en cuanto a material musical, aumentando más si cabe ese áurea de misterio y enigma que rodea a Sulf-AtäR. Con criterio y precisión llevaron al límite los PPMs con estructuras complejas y variables. Bolazo!
 

Tras la densa y lúgubre neblina gallega los portugueses Godark subieron al ruedo mimetizados tanto en estilo musical como vestimenta en escandinavos, en concreto en fieles representantes de la escena death metal melódico de Gotemburgo. A primera vista destacan por la presencia de 3 guitarristas que, lejos de parecer un exceso, cumple cada uno un papel clave con una línea instrumental distinta y complementaria. Su puesta en escena combina elegancia y contundencia.

Vinieron dispuestos a darlo todo y dejar huella desplegando «Forward We March», su único LP hasta la fecha. En su interior encontrarás metal moderno con una exquisita producción, estructuras complejas y estribillos melódicos a través de guturales que recuerdan al mismísimo Mikael Stanne. Arrancaron con «Freedom», una apuesta segura con resquicios Amon Amarth diluidos en un estilo propio y personal. «No Future No Mercy» y «Repealing Silence» bajaron marchas, al menos en sus primeros compases, para ganar fuerza y consistencia.
 
Por encima de todo es destacable el sonido, óptimo y nítido, unido a una química colectiva extremadamente pulida por un profesionalismo que desde hace tiempo viene siendo habitual en territorio portugués. Hay que reconocerles que en ese sentido no suelen fallar ganándose el respeto más allá de sus fronteras. Otros temas memorables fueron «Resurface» y «Everything Is Gone» con unas capas instrumentales grandiosas y unos riffs adictivos. Brillante el show de Godark, una banda en clarísima progresión.
 

Los vascos Elizabeltz se encargaron de adelantar el Halloween a través de su original shock metal. Sin caer en los tópicos más previsibles escenificaron una performance elaborada en donde su cantante y frontman hizo uso, entre otras locuras, de unas plataformas que lo convertían en un gigante. Además, una gran cruz y su soga así como otros elementos siniestros decoraban el escenario.
 
Su música es ecléctica, camaleónica, influenciados por bandas como Ghost, Blue Öyster Cult o Avatar dando cabida al metal moderno en toda su extensión, al metal extremo, al metal gótico, al hard rock, al metal industrial, al metal alternativo y un largo etcétera. Insistimos que a pesar de las apariencias la música en absoluto es algo secundaria o descuidado en detrimento de lo visual. A todo esto, para darle un halo todavía mayoría de misterio se une el hecho de que sus miembros se mantengan en el anonimato y que sus letras sean en vasco.
 
Reuniendo todas estas pecualiaridades en una carta de presentación impecable arrancaron con «H Arra» que desde sus atmósferas, su teclado de fondo, sus riffs siniestros o distintos registros vocales te hacen entrar en su pesadilla musical. Junto a «Eleiz Beltz»c on un tremendo solo de guitarra, fueron los temas encargados de abrir el show, ambos pertenecientes a su EP debut homónimo del 2019 titulado «Elizabeltz».
 
El resto del setlist combinó cortes de sus dos únicos LPs hasta la fecha: «Yersinia Pestis» (2022) y «Alabaren» (2024). Su espectáculo no decayó manteniendo al oyente y al espectador absorto en todo momento. Así los efectivos riffs y los oscuros estribillos se complementaron con las pericias interpretativas de su cantante, protagonista absoluto en toda la trama. Podemos destacar de entre el repertorio «Levítico 15», «Ergastula» o «Lucifer Bagauda», conjugando cada una de manera individual rítmicas profundas y lúgubres orquestaciones.
 
En el tramo final salieron a la palestra «Amaon», muy en la línea Ghost con un aire tan melódico como oscuro tanto en instrumentaciones como en la parte vocal. Muy pegajoso. Finalmente «Lasto Txakur» asciende a Elizabeltz a unos parámetros más elaborados y épicos gracias a sus imponentes y sabbathianos punteos y a la sección de teclas. Los vascos ofrecieron un shock rock de altos vuelos, interesante en el apartado visual y de nota alta en la propuesta musical.

Los asturianos Totengott por su condición de cabezas de cartel serían los encargados de cerrar el festival. Venían con su reciente álbum «Beyond the Veil» bajo el brazo, una auténtica maravilla que revive el alma de una banda legendaria dentro del underground como son Celtic Frost. Sus influencias son evidentes, pero llevándolas a un terreno más personal, con reminiscencias doom/djent, pero manteniendo la crudeza y la pesadez de los suizos.
 
Citamos a los suizos para contextualizarlos estilísticamente porque repetimos que su música transciende a una mera copia banal. El éxito de ventas de «Beyond the Veil» más allá de nuestras fronteras es un reflejo térmico de que composición, producción e imagen van de la mano catapultándolos como uno de los mejores álbumes de metal extremo de este 2024 en todo territorio europeo. Por suerte pudimos disfrutar dicho trabajo prácticamente en su totalidad. 
De esta manera «Inner Flame» arrancó como un cañón, como un tren de mercancías veloz y pesado a partes iguales para dar continuación dentro de las mismas coordenadas a «Marrow of the Soul» con un riff tan penetrante como hipnótico. Pero donde los asturianos exprimen todo su potencial es en frecuencias lentas y parsimoniosas como en «The Architects». Doom imperial y monolítico.
 
Su setlist continuó con dos temas de sus dos discos anteriores, «Delusion of Negation», cuyo sonido aquí es más primitivo, putrefacto y crudo y «Doppelganger II, The Abyss» una extensa composición de más de 20 minutos que reúne toda la esencia Totengott. Una maravilla del género. «Beyond the Evil Part I» y su continuación con la «Part II» retomaron la vía de su ultimo trabajo. Velocidad y más dosis de riffeos vertiginosos y cortantes para un público sediento de metal extremo.
 
Para el final del show y del festival se dejaron una de sus obras magna, «The Golden Crest», descargando un juego, set y partido en toda regla. A través de sus casi 15 minutos tiraron abajo la Sala Rebullón. Rítmicas colosales, riffs poderosos y voces procedentes de las profundidades del abismo para levantar del letargo hasta a los muertos en los días previos al «Día de los fieles difuntos». Masterclass sin concesiones de los asturianos que demostraron con autoridad su peso en la escena underground nacional.
 
 

 
Por todo lo alto se daba por finalizada esta edición del Autumn Alive Fest con un cartel variado, apetitoso y de muchísimo nivel combinando tanto bandas lusas y nacionales como locales. Un evento cómodo, bien organizado y cercano que solo se vio empañado por una afluencia que debería ser algo mayor. Notable alto.

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