No es muy frecuente encontrarse con bandas de rock y metal procedentes de Eslovaquia. Obviamente, no es porque no las haya, sino porque quizá no se prodigan demasiado fuera de sus fronteras, bien porque se considera un mercado poco atractivo o porque, obviamente, no son tan numerosas si nos atenemos a las cifras de población del territorio centroeuropeo. Sin embargo, en el caso de Besna, este es el segundo trabajo que he podido escuchar, y es que su post-metal fusionado con blackgaze ya obtuvo buenas críticas con su flamante debut de larga duración, Zverstvá.
Ahora, en este 2025, atacan de nuevo con Krásno, una obra que vuelve a incidir en los estilos mencionados, pero quizá con un punto de vista algo más sofisticado y con una producción más trabajada. Tenemos siete composiciones que suman un total de 30 minutos, por lo que estos eslovacos han priorizado la intensidad y la calidad del material antes que la entrega de un disco más extenso.
El pistoletazo de salida llega con la directa «Zmráka sa», donde se percibe el tono atmosférico con el que pretenden atraer al oyente. Las guitarras de Martin Pinter y Samuel Dudlák juegan con las melodías, con mucha contundencia pero con espacio para arreglos preciosistas. Mientras, el bajo de Timotej Jurášek se muestra con impacto en determinados momentos, y la batería de Anton Samokhvalov, incorporado a Besna en 2023, es potente y ciertamente dinámica. En el apartado vocal, los registros y la agresividad del citado Dudlák juegan un papel fundamental para esta propuesta musical.
La canción que da título al álbum, «Krásno», cuenta con la colaboración del guitarrista Jakub Tirco, que aporta su talento al servicio de una composición realmente visceral y construida bajo un manto negro que impresiona. «Hranice», que al parecer trata sobre la autoinmolación de Jan Palach y las muertes de personas que intentaban cruzar las fronteras de la Checoslovaquia comunista, fue elegida como uno de los sencillos para presentar la obra. Quizá no sea lo mejor del artefacto sonoro, aunque su avalancha sónica resulta llamativa para emplearla como carta de presentación.
«Océan prachu» sirve como cortinilla ante la llegada de «Bezhviezdna obloha», uno de los cortes más ambiciosos por sus tendencias progresivas y la gestión de las diferentes intensidades. «Paracelsus» es todo lo contrario, una fuerza de la naturaleza que arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Ya para el final han dejado la excelsa «Mesto spí», la pieza más larga de Krásno. Contiene diversos cambios de ritmo, secciones con guitarras bien ideadas y mucha melancolía. Cabe añadir que en este corte han contado con la colaboración de la banda de black metal Solipsism.
Besna ha tratado de ofrecer un plus de elaboración con respecto a sus trabajos previos (epés, demos y debut en largo), aunque la frescura y la sorpresa de Zverstvá quizá hayan desaparecido. Para contrarrestar estos factores y justificar un paso adelante, han tratado de esforzarse a la hora de la creación de las melodías y de la inclusión de un par de cortes más complejos. Desde luego, no es un álbum de fácil escucha para no iniciados en post-metal, post-black y blackgaze, pero recompensa las sucesivas oportunidades debido a sus matices, texturas y melodías. Un notable disco que puede llamar la atención dentro de su estilo en este 2025.
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