Este pasado viernes 5 de diciembre nos desplazamos a Porriño el equipo de Clock & Roll para testimoniar el show de The Voice Æternal y Elëven en el Liceum Bar. Dos bandas con mucho que ofrecer y que comparten un potencial en proyección y crecimiento.
Abrieron la lata los vigueses The Voice Æternal, quienes con la incorporación hace algo más de un año del jovencísimo Xian a las baquetas dan señales de que están en proceso de reestructuración y renovación interna. Su nueva nomenclatura así como su sorprendente single junto a una leyenda del progresivo como Danny Cavanagh de Anathema así lo atestiguan. Una inesperada colaboración de lujo que sorprendió sobremanera a todos sus seguidores.
Sus fundadores e ideólogos Jordi Ribas y Pilar Dafonte junto a Xan Muñiz conformaron el cuarteto que, sospechamos, no está cerrado en cuanto a integrantes para el futuro cercano. No pudieron contar en esta ocasión por causas ajenas con la presencia de su reciente guitarrista David Vizzal. Ya sobre el escenario y contangiando al público en ganas e ímpetu comenzaron con «Innocent Eyes», en donde la preciosa voz de Pili, las melodías de cuerdas y las rítmicas no cesaron, mostrando parte de sus encantos musicales.






Pronto nos regalarían un tema inédito, «Siren Song», que entrecruza enrevesedas instrumentaciones con estribillos de bella factura. Otro de los momentos destacados de la noche correría a cargo de «Hypnotized» iniciado con una lenta línea de bajo y que combina raíces góticas, cuidados pasajes y mucho sentimiento. Un tema adictivo para cualquier amante del género. Sobrevolando los últimos años del siglo XX y camelando nuestros corazones se sacaron de la chistera «Falling Again» de Lacuna Coil. Un tema mágico e imperecedero.
La pieza instrumental «Intermezzo» supuso la antesala y un eficaz previo para «Paradise», el tema favorito para quien escribe estas líneas. La dulzura y belleza vocal de Pili contrasta de manera brillante con las oscuras rítmicas. La sorpresa de la noche fue encontrarse con el polifacético y gran amigo Forti. Más todavía una vez arriba en el escenario y violín en mano para acompañar a los vigueses con «Empathy», una de las composiciones más representativas y reconocidas por la fanaticada Æternal.
No podían cerrar de mejor manera que con el tema homónimo «The Voice Æternal» y que cuenta con la anteriormente mencionada colaboración de Danny Cavanagh. Una pieza poseedora de un áurea especial, de ese status que declina la balanza y otorga un reconocimiento especial dentro del mundo de la música.
Turno para Elëven. Los redondelanos ya nos sorprendieron en el Montando Cristo y en esta ocasión repetimos experiencia con ellos en la tierra del granito. Continúan fogueándose sobre los escenarios y la sensación es de que están más que preparados para mirar más allá de la escena local y aventurarse a hacer kms por territorio nacional. Ya que en cuanto a calidad y propuesta musical están más que rodados.
De nuevo a estos chavales hay que darles en valor el hecho de tener un teclista en sus filas, un hecho poco habitual en bandas actuales y que mejora considerablemente la experiencia y su presencia en el directo. De entre su setlist sonó al completo su EP «Parallel Shadows» destacando «Fearless of God», un hit que con tan solo un par de escuchas difícilmente podrás resistirte a corear, y «The Old Story» que refleja un metal moderno rebosante de líneas melódicas. Un soplo de aire fresco en una escena – la de Vigo y cercanías – donde impera el metal extremo.












En el ecuador vinieron a convulsionar el Liceum con dos versiones que levantan hasta al enterrador como son «Square Hammer» de Ghost y «Unholy Confessions» de Avenged Sevenfold. Dos temas de distinto padre y madre pero que reflejan la variada riqueza estilística de Elëven. Bajando marchas y tirando de sentimiento y garra la elegida fue «M.A.D.R.E.» para enlazar con «Lóstregos», tema en gallego con dedicatoria previa al pueblo palestino y contra el genocidio israelí.
Para acabar de incendiar Porriño se dejaron para el final «Fire», un hit como la copa de un pino y que una vez más saca a relucir el gancho y los pegajosos estribillos de Elëven. Así se cerraba la oscura y lluviosa noche de viernes. Gran dosis de gothic/prog y metal alternativo la que nos ofrecieron The Voice Æternal y Elëven, dos ofertas musicales que injustamente gozan de menor tradición en nuestras tierras. Y eso hay que valorarlo y defenderlo.









