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Vigo Rock Crew Fest VI (08/03/2025)

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La sexta edición de la Vigo Rock Crew escribió un nuevo capítulo más en su historia reciente. En esta ocasión, un elenco de bandas venidas desde distintos puntos de la Península Ibérica formaban el cartel de este año 2025 celebrado en la Sala Master Club. Cuatro bandas para cuatro estilos completamente distintos procedentes de puntos geográficos diferentes.

 
Un criterio de selección estilístico que el asistente agradece al estar presentes tanto géneros clásicos como más modernos. Black Bomber, Raze, Sound of Silence y Dercetius fueron los elegidos, los protagonistas para representar una fecha que cada año está marcada en rojo en el calendario. Cita ineludible, vaya. Como maestro de ceremonias para conducir la velada no podía faltar una institución dentro del mundo de la música en Vigo como Alberto Cunha.
 
Los bercianos Black Bomber tuvieron el siempre difícil cometido de arrancar la fiesta. Pero la zamarra del álbum «Black Metal» de Venom portada por su cantante así como el estilo incombustible del resto de miembros pronosticaban un primer match ball sin descanso. No hay que ser un hacha para confirmar que Motörhead y Venom son sus influencias primarias. Voces rasposas, estructura rítmicas vertiginosas y guitarras endiabladas caricaturizan las principales características de los leoneses.
En cuanto a su setlist comenzó con un repaso íntegro por su EP «Baptizer in Bere», un debut crudo y salvaje que los puso en el mapa nacional. Prosiguieron con cortes de sus dos posteriores LPs, «Vol.1» y «Blacklisted», ambos con una producción mucho más cuidada y limpia instrumentalmente que su predecesor. Temas como «Unlucky Man» o «Beware of of Me» nos hicieron bajar marchas y apreciar el fuerte de sus estribillos para volver a dar zurra con otras selecciones como «Outlaw» o «Black Bomber», entre otras.
 
Todavía era demasiado pronto para los mosh pits, aunque las ganas de los más enérgicos provocó algún que otro conato de seísmo dancístico. Además tuvieron tiempo para anunciar «Heading to Hell» y «Wrong», singles del que será su próximo trabajo. Cuando esperábamos la despedida final arrancaron de imprevisto con «Ace of Spades» de Motörhead. No podía faltar bajo ningún concepto y supuso la guinda al pastel de un arranque de festival más que meritorio. ¡Unos cracks!

Unos viejos conocidos de la ciudad como lo son Raze arrancaban con todo en el segundo asalto. Thrash old school de compleja ejecución técnica y velocidades nada desdeñables. Para las Navidades tenía pendiente pedir de regalo un nuevo álbum de Raze, pero ya ellos mismos se encargaron de dar la buena nueva por adelantado. Como velociraptores arrancaron los gallegos con «L.O.B.» y «Bad News»de su álbum «Mankind’s Heritage» que con la tontería cumple una década desde su salida.
 
Más zapatillazos y pateadas en el culo con la mítica «Lethal Injection» que recuerdan a los Megadeth pero decididamente más furiosos y veloces. Cuando en absoluto silencio estaba pensando en lo grande que es el EP «Grave for the Weak», arrancan con la homónima y «Face the Truth» para automáticamente teletransportarnos a los años 80s en la Bay Area de San Francisco. Este citado EP es tan corto y fugaz como intenso y preciso.
 
Hacia el final saltaron a la palestra los singles «The Same Killer» e «Into the Coven», con unos desarrollos más refinados y cuidados, que previsiblemente y ante toda lógica formarán parte de su futuro álbum. En un meritorio ejercicio de resistencia física cerrarían su show remontándose a sus orígenes con «Operation Enduring Freedom» y «Crime Scene, Do Not Cross». Último cartucho y ultima tormenta de la manera que mejor saben: directo al hueso y sin anestesia. ¡Tremendo bolazo!
 

Para volver más recordable la noche de la VI edición de la Vigo Rock Crew solo faltaba una sorpresa en forma de música extrema sobre los escenarios. Y es que allí mismo se anunció en primicia el himno de la VRC, interpretado en directo (escrito por Carlos Duarte y compuesto por Mon) por los miembros de Kuna de Odio. De aporrear a los pobres parches se encargaría Nertaken, actual batería de Sulf-Atär. No haremos spoiler sobre el tema, de momento toca esperar para su salida oficial.
 
Tras el anuncio salieron al ruedo Sound of Silence que, al igual que sus compañeros de batalla anteriores, vinieron con la idea de tirar la sala abajo, pero desde unas coordenadas más modernas. Se dejaron la vida, las cuerdas vocales y el alma con su blackened/death metal. Son percibidles también algunas pinceladas diluidas en death metal melódico e incluso metalcore ofreciendo mayor complejidad a unas composiciones que muestran un nivel técnico sorprendente
Los guajes basaron su repertorio en un repaso por toda su discografía. Como una exhalación y sin dejar títere con cabeza arrancaron con «Tensa Calma«, de su último trabajo, para abruptamente llevarnos a su álbum debut, «La Casa de los Lamentos», en donde combinan bases melódicas con otras oscuras. No tienen límites… Y como una máquina de destrucción masiva atropellaron todo halo de vida con «Felices Bajo Tierra». Ya el título levanta sospechas pero serán los martillazos de batería quienes lo confirman. ¡Qué manera de zurrarle!
 
«Sacrificio de una Vida Atormentada» y «Un Nuevo Anochecer» tampoco se quedan atrás en los zurriagazos desprendidos. No sé cómo no saltaron en mil pedazos tornillos, parches y astillas de la batería. Vaya noche tuvo la pobre… En el tramo final bajarían marchas para construir atmósferas más elaboradas a la vez que densas y lentas con «Viendo al Cielo Llorar» y «Densa Niebla/Vacío Infinito». Trajeron la paz, el silencio y la aflicción posterior a la guerra. ¡Tercer bombazo de la noche!

Para el final quedaba la bomba de la noche. Así es que a Dercetius pocos minutos le bastaron para dejar boquiabiertos al respetable por el nivel, la presencia y la tremenda profesional del cuarteto portugués. Más que de Lisboa parecían venidos directamente desde Gotemburgo, cuna y escena primigenia del death melódico. No obstante no quitemos méritos a nuestros vecinos, quienes en los últimos años están sacando una poderosa hornada de bandas de grandísimo nivel dentro de estas coordenadas estilísticas.
 
Dercetius basó todo su repertorio en temas de su único disco hasta la fecha, «Whitered». Riffs pura escuela sueca no cesaron en toda la masterclas que ofrecieron con una ejecución y limpieza técnica abrumadora. Muchas influencias de bandas míticas como Dark Tranquility, Halo Effect, In Flames y Amon Amarth, entre muchas otras, dan forma y color a una propuesta que con todo tiene un estilo propio y una seña de identidad personal. 
 
Imposible no caer rendido a sus solos (la influencia melódica aquí sobre los hermanos Amott es total), como en «The Curse and the Curse», a los desarrollos de guitarra en «Lost» y «Mirage of Dreams» o las diabluras de principio a fin «Unglorious Past». Hacia el final nos deleitaron con material nuevo, el single «Oizys», lo que supone que su siguiente entrega discográfica está a la vuelta de la esquina. Buenas noticias para los amantes del death melódico.

Dercetius se marcaron con contundencia un juego, set y partido en toda regla, cerrando de manera brillante en su primera experiencia fuera de sus fronteras. Pero todo el mérito así como la culpa de que se haya celebrado esta imborrable noche se la debemos a Mónica Barcia y Carlos Duarte. Solo ellos saben los riesgos asumidos, el trabajo sin descanso dedicado unido a muchas y muchas horas de insomnio. Más que agradecidos por vuestra labor. ¡Viva la Vigo Rock Crew!

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