El pasado miércoles hicimos parada metalera en la ya habitual Sala Rebullón de Mos. Los astros, o mejor diremos el buen hacer de ITP Promotions y Suspiria Records, hizo que a golpe de miércoles fuéramos testigos de esas noches de metal en día laborable que tan bien entran en nuestros negros y picaminosos corazones. El cartel se las traía…
Cómo es lógico sucumbimos a la tentación de ver en vivo y en directo a los reyes del power metal progresivo/sinfónico Evergrey. Muchas etiquetas para una banda que, con casi 30 años de carrera, se encuentra en su mejor momento de existencia. Se lo merecen por su infatigable insistencia. Junto a los suecos venían a calentar motores los italo-americanos Klogr y los italo-suizos Virtual Symmetry, cada uno en su plano estilístico.
Con exigida puntualidad arrancaron Virtual Symmetry con su prog metal de alto nivel . El virtuosismo y las complejidades técnicas se mezclan de manera equitativa con su otra faceta, la melódica. No obstante, su inicio fue un poco dubitativo tanto en sonido como en cuanto a la soltura en las tablas. Su setlist arrancó con dos temas del que será su nuevo álbum, «Veils of Illumination» y que saldrá a inicios de diciembre. «Hearts of Resonance» fue inédito, por lo que nos ahorraremos las ganas de hacer spoiler. En cuanto a «Canvals of Souls», su único single de adelanto, muestra virguerías instrumentales, algunas pinceladas sinfónicas y desarrollos a doquier.
Tras esos minutajes sacaron del puchero «The Paradise of Lies», esbozo de la influencia Dream Theater que tanto les marcó. Visible a leguas con unas estructuras y progresiones que hará las delicias de todo fan de los neoyorquinos. Los teclados jugaron eficazmente la función de apoyo, de atmósfera, de segunda guitarra o de galimatias creativo según lo requiriese la ocasión. En esta tesitura se mueve «Exodus» tema en el que curiosamente colabora Tomas Englund, cantante de Evergrey. Incluso una vez allí sospechábamos de su posible participación, pero no fue así…
Despedida con «Come Alive» en donde los italo-americanos ofrecen melodías preciosistas hasta crecer en rabia en un conato de cólera. Muchas capas de teclas, riffeos y solos para acabar de colorear un tema completo. Final corto de un show que transcurrió de menos a más y que tenía la difícil misión de abrir la gélida tarde-noche en Mos.
A eso de las 20:00 salían al ruedo Klogr con, a primera vista, una puesta en escena tan singular como atractiva. Su cantante-guitarra, Gabriele Rustichelli, es una mezcla física entre Ian Hill de ZZ Top y el cantante y líder de Ministry, Al Jourgensen. Gafas redondas negras y barba canosa y densamente poblada daban una apariencia especial. Pero lo visual quedó en un segundo plano en cuanto subieron los plomos. Los decibelios no sucumbieron y la intensidad tampoco fue negociable.
Su repertorio estuvo íntegramente basado en su reciente álbum «Fractured Realities» que destaca por una producción exquisita y pulida. ¿Y en directo? Pues el directo incluso supera al disco llevando a un límite mayor su crudeza, con brochetazos sludge e incluso diríamos dejes industriales dentro de su base de metal alternativo. El inicio con «Hysterical Blindness» es hipnótico y pegadizo, recordando a momentos a Tool pero sobretodo A Perfect Circle unidos por el inconfundible rango vocal de Maynard James Keenan. A primera vista una de las mayores influencias de Klogr.
El directo rozó el sobresaliente, temendamente acompasados y acompañados por Andrea Gianangeli, batería de Virtual Symmetry ,que le tocó hacer doblete por ausencia de su batería original. El aspecto vocal es su principal atractivo, rasgado pero sin olvidar por un instante los estribillos con gancho, como es el caso de «Face the Unknown» y «Waking Word». Aquí las instrumentaciones son sucias y distorsionadas en una especie de ¿Melódico Alternative Sludge? A ratos sería algo así. A ratos, porque el eclecticismo hace que otros temas como «Early Wounds» transiten por el metalcore o por un leve sendero industrial como en «Gravity of Fear» y «The Twisted Art».
Es decir, toda su propuesta gira en torno a una amalgama estilística muy amplia dentro del metal, moviéndose hacia muchas direcciones. Su directo fue arrollador, incombustible, dejando el listón por todo lo alto antes de la entrada de Evergrey. Tanto fue así que parecía difícil brillar entre esta explosión. Pero no subestimemos a Englund y compañía….
Para Evergrey llegó por un momento a mascarse la tensión debido a un inesperado retraso de la hora fijada para su inicio. Los técnicos estaban reunidos para solucionar lo que parecía un problema de sonido haciendo saltar todas las alarmas entre los asistentes. La expectación era máxima, pero tras unos minutos que se volvieron eternos se dió solución. Una trágica espera que borró de un plumazo todos los fantasmas con la primera nota de los suecos.
Arrancaron por todo lo alto con «Falling from the Sun» de su último disco y que a estas alturas se siente ya como un clásico de la banda. «Say», también de «Theories of Emptiness», dio un estacazo encima de la mesa para corroborar que están en su mejor momento, rodados y con un discazo bajo el brazo.
Unas tras otro sonaron «Midwinter Calls», «Distance», «Eternal Nocturnal» y «Silent Arc», las cuatro elegidas para representar cada uno de los LPs anteriores. El hecho nada desdeñable de que seis años separen a dichos trabajos es la prueba de cuánto se toma en serio Tomas Englund esta rejuvenecido etapa de su proyecto, un luchador incansable que supo ganarse su espacio en la escena a base trabajo y perseverancia.
El nivel general fue estratosférico con un sonido perfecto y una ejecución sobresaliente, a la altura de las circunstancias. Entre tanta excelencia no podemos dejar de destacar el papel de Simen Sandnes a los parches, una bestia parda con una presencia demoledora y una técnica deslumbrante. Gran parte de las miradas iban apuntaban hacia él y tanto, pues su colocación en un lateral y de lado, en vez de enfrente, hacía más atractivo el aspecto visual.
Uno de los clímax de la fría noche vendrían a cargo de «Call Out of the Dark», uno de los temas capital de Evergrey, junto a «Where August Mourns» que también tendría ocasión de anotarse entre las más grandes de la noche. Todo sea dicho, hits tienen en grandes cantidades y que manera de explotarlos en el directo. Otro de su último trabajo que reventó en decibelios fue «One Heart» coreado hasta la extenuación por una bancada que parecía sentirse parte de la banda.
Como suele ser habitual en gran parte de las bandas suecas que evolucionaron o que padecieron de metamorfosis severa es muy probable que de su etapa inicial no quede más que un recuerdo lejano. Sus rudos primeros trabajos ya son cosas del pasado, es así que su tema más longevo interpretado fue «A Touching of Blessing» del 2004. A partir de estas fechas «Weightless», la adictiva «Save Us» y «King of Errors» suman la nómina de tracks.
«Misfortune» con una base de batería contundente y un estribillo pegadizo y el medio tiempo «Our Way Through Silence» cerraban la presentación de su nuevo disco, «Theory of Emptiness» lanzado en pleno verano de este mismo año. No tiene desperdicio, entrando de cabeza entre lo mejor de su extensa discografía. Por todo lo alto y con la euforia por las nubes, se despedían los suecos agradecidos por el calor y por el tremendo esfuerzo para casi llenar la Sala Rebullón a mitad de semana. Noche memorable, de las que quedan para el recuerdo.
